Por suerte nos dimos cuenta que estábamos yendo en la dirección opuesta después de un par de paradas. Tratamos de comunicarnos con algunas personas para ver si nos podían ayudar, pero no quisieron ni mirarnos, ni intentar entender lo que queríamos preguntar. Me acuerdo sentirme frustrada porque mientras intentábamos entender los carteles nos miraban y se notaba que sabían que estábamos perdidos, pero cuando trataba de comunicarme con ellos miraban para el otro lado. Así que nos bajamos del tranvía y probamos suerte para el otro lado. Decisión correcta :)